19 dic 2009

Lej Lejá: Las pruebas que uno debe atravesar en la vida- Parte I

"Lej lejá meartzejá umimoladetjá umibeit abija, el haaretz asher areka"
Dijo el Eterno a Abram: Anda para ti de tu tierra, del lugar donde naciste, de la casa de tus padres, a una tierra que te diré"


Así comienza el texto bíblico en referencia a la primera prueba que deberá atravesar Abram (luego de la Revelación se lo llamará Abraham).

Su pasado fue oscuro. Su padre -según el Midrash- era idólatra y fabricaba ídolos diversos.
Abraham tuvo que irse de la casa de sus padres por orden Divina.
Tuvo numerosos desafíos, muchos de ellos como nosotros: Independizarse, convivir con su esposa, buscar su propia identidad, responder al Llamado Divino.
Hubo momentos de temor donde utilizó la mentira, no sin consecuencias por ello (En Egipto, en relación a suu esposa).
Recibió la promesa que iba a tener un hio y recién ocurrió esto a sus 99 años de aquellos tiempos.
Se vio entre medio de la disputa entre dos mujeres, y en un momento determinado debe sacar fuera de su hogar a su concubina -Hgar- y su hijo Ishmael.
Cuando se enteró que el Todopoderoso iba a castigar a Sodoma y Gomorra, intercedió cuestionándoLo, creyendo que quizás podría revertirse la situación en esos lugares.
La última de las 10 pruebas que debió atravesar fue cuando oyó por orden Divina que debía ofrecer a su hijo Itzjac como ofrenda. Padeció luego el fallecimiento de su amada Sará

¿Cómo hizo para sobreponerse a estas vicisitudes?

Una de las claves desde las Fuentes está brindada en el mismo Pentateuco, cuando en el Génesis, Ds le dice: "Al tirá, Abram, Anojí maguén lejá", "No temas, Abram, Yo soy tu escudo, te protegeré". Versículos después encontraremos en la Revelación: Hitalej leganai veieh tamim" Encamínate delante mío y sé íntegro"

El secreto es el echarse a andar, sorteando los obstáculos y dificultades, fortaleciéndose en cada paso, y sintiéndose acompañado por el Creador.

Como dicen los Sabios:
"Las aguas no pueden ahogar el alma, sólo pueden elevarla por encima de las aguas. En realidad, para eso mismo fueron creadas".








24 oct 2009

LA ÉTICA Y LA CONVIENCIA EN EL MUNDO

La ética conlleva una posición de vida. Abarca a la totalidad del ser

Están implicados los valores de respeto, justicia y paz.

La moral conlleva una evaluación externa así como una categorización entre el bien y el mal.

La complejidad de abarcar una definición única: influenciada por los diversos contextos, particularmente por lo que trasciende al ser humano mismo.

Desde el judaísmo, uno de los principales modos de abordaje es por medio del cumplimiento de los preceptos (miztvot). Ellos están divididos en cuatro grandes grupos


SER HUMANO :

D-S ---- MUNDO ---- PROJIMO ---- CONSIGO MISMO




Algunas de las problemáticas complejos en la ética humana

Ø Ante la Verdad y la Mentira – Cuándo es válido y cuándo no. La mentira “piadosa”, la verdad que puede llegar a destruir un alma
Ø La enfermedad – Cuándo callar u ocultar y cuándo y cuánto dar información y pronóstico. Tratamientos serios y mala praxis.
Ø Elecciones amorosas – La homosexualidad, el deseo de contraer matrimonio en situaciones extremas, la unión matrimonial en la vejez.
Ø Anticoncepción y aborto – Las diferentes postura sobre cuándo se considera vivo y se está “matando” a lo engendrado. La prioridad de la vida de la madre por sobre el feto desde el judaísmo
Ø Las personas de edad muy avanzada y la ancianidad – Cuándo y cuánto sostenerlos en el hogar y cuándo aceptar ubicarlos en alguna institución especializada
Ø El final de la vida y eutanasia – Los cuidados paliativos como modo de dignificar los últimos momentos de la vida. Quién es el que puede decidir cuándo debe “bajarse los brazos” ante el moribundo. Sufrimiento, respeto y dignidad humana.

Algunos ítems

La tentación a prejuzgar la actitud y accionar diferente del otro con respecto a mi postura

Quién creo que soy y con qué derecho evaluaría su decisión y calificaría su accionar

El respeto a la vida propia y a la del otro como derecho legítimo

El concepto de dignidad humana
La búsqueda y prevalencia del concepto de alcanzar “calidad de vida”

El valor supremo del individuo, concepto princeps del judaísmo: la humildad.

7 oct 2009

CHARLAS EN AMIA


OCTUBRE 2009

Jueves 22 y 29, 19 hs.
"Los límites vinculares desde nuestras Fuentes: De la convicción al sentimiento de impotencia"

NOVIEMBRE 2009

Jueves 12 y 19, 19 hs.
"Respeto al prójimo y la expresión de ´Ojo por ojo´. ¿Cuál es el límite?

DICIEMBRE 2009

Jueves 3 y 10, 19 hs.
"Abraham y Lej lejá -anda hacia ti- Las pruebas que debemos atravesar en la vida"

13 sept 2009

CREER O NO CREER

Creer o no creer

El ser humano necesita creer en algo, sea en algo superior, en objetos, o en los misterios expresados a través de diferentes “artes” que develan un futuro misterioso.

Las situaciones sin respuesta racional, así como aquellos misterios del acontecer diario, nos ponen en vilo la existencia misma.

En este sentido, los credos dan una respuesta que, aunque no termine de satisfacernos, encierra un significado determinado que al menos responde el sin sentido de los hechos.

Dentro del judaísmo existen diversos criterios sobre el misterio del “más allá” del entendimiento y conocimiento humano. Para algunos todo será Voluntad Divina, otros dirán que es producto de la finitud del hombre, así como también podría deberse a ese espacio vacío de entendimiento entremezclado con el azar.

Las Fuentes, sin embargo, resultaron categóricas al momento de determinar cuáles son las cosas que están a nuestro alcance y cuáles no.
Así también, tanto en Torá (Pentateuco) como en los exégetas, circunscribieron los límites del entendimiento humano y sus creencias.

En los libros de Levítico –Vaikrá- (Cap. 19: 26 y 20:2-6) y en el Deuteronomio –Devarim- (Cap.18 10-14), ha quedado enunciado lo que no tenemos que creer, y es en referencia a la magia negra, la adivinación, el agorero, el mago ni el hechicero En estos versículos se deja en claro que todos ellos nos alejan de la Creencia en el Todopoderoso, y que tienden a desdibujarnos nuestra concepción sobre lo Divino.

Por otra parte, Maimónides –Rambam- en Hiljot Havodá zará describe el accionar de la nigromancia, del brujo y el adivino, y sobre la astrología. Ellos tienden al engaño y la difamación, y nada tiene que ver con la Voluntad Divina.

Todos ellos tienden a describir el futuro desde una determinada óptica, aunque con ausencia de asevero científico.

Existe una imperiosa necesidad de “saber” en el Ser Humano. Lo “oculto” atrae de una manera particular, aun cuando al mismo tiempo genera miedo ante lo que se podría llegar a vislumbrar.

El vacío de conocimiento y razocinio conllevan malestar y angustia, puesto que necesitamos tener un determinado control sobre lo que nos sucede y, en especial, sobre lo que nos podrá ocurrir en un futuro mediato

No hay dudas que a muchas personas les hace “bien” concurrir a aquellos que parecen predecir el futuro. Sabemos, asimismo, que mucha gente se apoya en la confianza y seguridad que le pueden brindar un buen predicador, alguien “que tire las cartas”, o simplemente leer su horóscopo del día a día.

No hay verdades absolutas. Sabemos que aun existe mucho misterio sobre la vida, por sobre todo en lo que nos depare cada día siguiente en nuestra vida.
“No creo en las brujas, pero…”

El punto central, quizás, sería pensar cuál es mi grado de dependencia ante todas esas posibilidades externas. Cuánto me desdibujo yo, quedando esclavo de lo que otro me intentará develar, o de qué estará escrito en el horóscopo del día de mañana.

Diferenciemos, entonces, entre creer en algo superior, en este caso Ds, y creer en pequeños dioses que nos construimos pensando hallar los secretos del destino.

No convirtamos en amuletos y dioses aquellos objetos o seres que intentan sugestionarnos en nuestro camino. Quizás, simplemente, deberíamos entregarnos a seguir nuestro paso y crear nuestro propio camino, con certidumbres e incertidumbres, pero con la convicción de que podemos ser los autores de ese camino que es nuestra vida.

5 jul 2009

DISERTACIONES EN AMIA

Próximas disertaciones en AMIA, Pasteur 633, Capital
Jueves 19 hs.

AGOSTO
Jueves 13 y 20
, "Aspectos de la ética judía y el arte de la convivencia"

SEPTIEMBRE
Jueves 3 y 17,

"Creer o no creer: Hechiceros, sectas, supersticiones y creencias religiosas. ¿Sugestión o realidad?"
El lugar de los Adultos Mayores y las decisiones a adoptar
-1ra parte-
ESQUEMA GENERAL

Hablar de los Adultos Mayores implica hacer una revisión de una multiplicidad de factores que inciden en los mismos
Los tiempos van cambiando velozmente, el promedio de edad se ha extendido gracias a los avances científicos; sin embargo ello no conlleva necesariamente a obtener una mejor calidad de vida.

En realidad exige, por el contrario, una mayor exigencia y trabajo personal desde los mayores, pues no sólo deben adaptarse a los tiempos del “todo ya”, sino que deben buscar una y otra vez el sentido de la vida

La familia muchas veces pasa a posicionarse en un plano secundario, pues “apenas pueden ellos mismos sobrellevar el ritmo que se les exige”

El tiempo dilatado a raíz de la falta de ocupación y obligaciones en el mayor, las diversas dificultades de desplegarse como lo hacían en la juventud, conllevan a un continuo interrogante ¿Qué puedo hacer?


A) Nuestras Fuentes

En las Fuentes judaicas, la persona adentrada en años se la denominaba Zakén.
Zakén: Es tanto Anciano como Sabio

1. “Vehadartá penéi zakén”, embellecerás el rostro del anciano (Vaikrá –Levítico- 18)

2. Itró, suegro de Moshé. Ds le sugiere a Moshé que se apoye en él. (Shemot, Exodo)

3. Ziknei haam, los ancianos del pueblo eran los primeros a quienes Moshé se dirigía

4. Sanhedrín, El grupo de ancianos que legislaba y ejecutaba las leyes para el pueblo

5.“Kaved et abija veet imeja…”, comienzo del 5to.mandamiento en las dos versiones dentro de la Torá (Shemot 20, Devarim 4). “Honra a tu padre y a tu madre…”
¿Honrar es aceptar todo sin cuestionamiento alguno? ¿Honrar es diferente al respeto?


B) Aspectos psicológicos

1. Aspectos evolutivos (Cada etapa de la vida tiene su particular desarrollo)

2. Historia personal (Experiencias en la familia, recorrido de vida)

3. Experiencia de vida (Éxitos y fracasos, marcas y traumas)

4. Cuerpo y salud (El cuerpo va cambiando, labilidad, fragilidad, desgaste)

5. Dependencia – Independencia (Temores ante la pérdida de libertad e individualidad)


C) Subjetividad

El lugar en la familia (pues depende de cómo se fue constituyendo, qué lugar ha ocupado en el decurso de la vida, cuál es el estado actual de la misma)

El lugar en la sociedad (prisionero de las limitaciones tanto laborales como económicas)

Expectativas y anhelos (que por diferentes motivos fueron siendo postergadas y que ahora que existe todo el tiempo libre, uno no sabe por dónde empezar)

Prioridades en etapas de vida (Ya que han sido antes el porvenir, la constitución de la familia, ver nacer a sus nietos. ¿Y ahora qué?)

Proyecto de vida (¿Acaso, aún sabiendo que uno tiene por delante uno, cinco, diez, quince años, puede pensar e imaginarse la construcción de un nuevo proyecto de vida?)


ALGUNAS FRASES PARA MEDITAR
Alégrate por lo que tienes y no te entristezcas por lo que podrías tener. Ben Sirá30,16

Ben Zomá dice:
“¿Quién es sabio? Solo aquél que aprende de todos sus semejantes
¿Quién es valiente? Aquél que domina sus pasiones
¿Quién es rico? Aquél que es feliz con lo que posee
¿Quién es respetable? Aquél que respeta a sus semejantes.” Tratado de Avot 4(1)

13 jun 2009

EL LIBRO DE JOB Y LOS ESTADOS ANIMICOS

El libro de JOB y los estados anímicos ante la crisis

Sin duda, el libro de Job -ubicado dentro de la Biblia (Antiguo Testamento)- es uno de los textos más reveladores de lo que podríamos referir acerca de los desafíos de la vida en el ser humano.

No nos centraremos en su intenso y complejo recorrido, así como tampoco nos basaremos en los que los exégetas han ido proponiendo para su abordaje. Tomaremos de Job algunos pocos párrafos que permitirán desplegar la temática de los particulares estados anímicos ante las pérdidas.

Ante la serie continua de pérdidas, Job dice, entre otras frases: “Le diré a D-s: no me condenes; hazme saber por qué me atacas…”; “¿Cuántos son mis delitos y mis pecados? Mi rebelión y mi pecado Hazme conocer. ¿Por qué ocultas Tu Rostro? (13:20)

Cabe aclarar unos breves aspectos. Todos los comentaristas coinciden en que Job era un hombre de fe; en ningún momento dejó de serlo. Sus preguntas trascienden la confianza en el Todopoderoso. Sus preguntas –que encierran su impotencia e incertidumbre- tienden a poner de manifiesto su dolor y desconcierto ante los secretos de la vida y las tragedias. No puede terminar de comprender cuáles son Sus secretos y Sus caminos (del Todopoderoso).

En otro momento decía: “Está dolida mi alma de mi vida. Dejaré sobre mí, mi queja. Hablaré con amargura de mi alma”

¿Cuáles pudieron haber sido los sentimientos y pensamientos que pudo haber tenido Job ante tantas pérdidas atravesadas? Y ¿Cómo pudo sobreponerse a todo ello?

¿Qué ocurre cuando algo imprevisto surge ante nuestra vida?

Habría una serie de momentos que, de acuerdo a múltiples factores, van sucediéndose en determinados tiempos.

El esquema podría ser el siguiente:
Sorpresa. El impacto nos desequilibra. Hay algo inesperado que nos invade.
Incertidumbre y confusión.
Dolor que puede transformarse en tristeza (identificando el motivo externo puntual) o angustia (ampliado y encadenado con hechos anteriores)
Sufrimiento / Padecimiento
Desesperanza

Estos ítems, de igual manera, estarían siendo afectados por otras variables, las cuales pueden acentuar, acelerar o retardar todo ese circuito planteado:
- historia personal
- postura de vida de su familia
- experiencias vividas anteriormente
- rasgos de personalidad y estructura psíquica
- factores que suman desde afecciones orgánicas y discapacidades

Centrándonos ahora en el término “depresión”, deberíamos diferenciar sus alcances, ya que desde lo cotidiano, innumerables veces se distorsiona su verdadero significado. Es decir, cuando se dice “estoy deprimido”, no siempre quiere decir depresión, sino un desánimo, preocupación, desilusionado, triste, angustiado.

Podríamos plantear, y a solo modo didáctico, algunos niveles de lo que se denomina “depresión”.

Se podría decir de “TENDENCIA” depresiva, a aquellos propensos a decaer fácilmente, presentando signos que se asemejarían a un cuadro depresivo, pero que sin embargo, no tiene los signos típicos del mismo. Podrían sumarse aquí aquellos que tienden a ser negativistas o pesimistas en el curso de la vida y que, ante cualquier obstáculo, lo viven como gigante e imposible.

Las “MANIFESTACIONES” depresivas serían determinadas conductas o actitudes que se pondrían de manifiesto ante un hecho X, aunque ellas no conformarían un cuadro instalado en el sujeto. Serían rasgos que vislumbrarían su tendencia depresiva o bien resaltarían un peligro latente del sujeto, previo a la conformación de un cuadro o episodio depresivo.

El “CUADRO” o “EPISODIO” depresivo, es, en definitiva, la instalación y conformación de una serie de sintomatologías que se extenderían en el tiempo.
El mismo se definiría cuando ha traspasado las dos semanas, viéndose notablemente un cambio radical de un antes y un después de un hecho desencadenante (DSMIV)

Algunas de las manifestaciones sintomáticas pueden ser (tomando que ello se mantiene en la mayor parte del día, todos los días): Estado de ánimo depresivo, disminución del interés y la capacidad de placer en todas las actividades, pérdida o aumento considerable de peso, insomnio o hipersomnia, agitación o enlentecimiento, fatiga y pérdida de energía, sentimientos de inutilidad o culpa excesiva e inapropiada, disminución de la atención y concentración, pensamientos recurrentes de muerte, ideación suicida. Todos ellos pueden enlazarse con otros cuadros, dependiendo de los factores estructurales (forma de ser) y del contexto (su entorno), así como de la no afección (incidencia) de toxicidad (adicciones). (Manual del DSM IV)

Algunas frases de los Sabios

“Desesperanza y disgusto: he aquí el resultado del estado que genera en nuestros corazones, una vida dedicada a la autocomplacencia” A.Y.Heschel

La depresión es una pobre excusa para evitar cumplir el propósito que uno tiene en la vida. Y el sentido de propósito es la mejor manera de evitar la desesperanza.

Gran parte de la depresión proviene de la arrogancia. Si te dieras cuenta de quién eres verdaderamente, no te sentirías tan decepcionado contigo mismo.

Si piensas constantemente en ti mismo, con toda certeza te deprimirás.
Dedica una hora por día en pensar cómo beneficiar a otro.


Algunas salidas posibles
Ante situaciones sorpresivas, que nos sacuden y desequilibran, antes de que se nos enlacen automáticamente con frustraciones anteriores, deberíamos tomar distancia, frenar el tiempo unos segundos, plantearnos: ¿Es para tanto?, ¿Es sumamente grave en sí mismo? ¿Es algo nuevo, que nunca estuvo antes?

Las frases compartidas desde la sabiduría del judaísmo nos permite replantearnos que, en lugar de vernos a nosotros mismos sufrientes, desdichados, teniéndonos lástima y enojo a la vez, elevando duras autocríticas sobre nuestros errores, deberíamos focalizarnos más en el afuera, en los otros, en el seguir adelante, y plantearnos el gran desafío de atravesar esa barrera, y hacer.

22 may 2009

LOS MIEDOS Y LAS FOBIAS, PARTE II

LOS MIEDOS Y LAS FOBIAS
Parte II

Se dicen de las fobias como aquellos miedos irracionales, incontrolables, desproporcionados e intensos.

Hay fobias “comunes” (la noche, tormentas, soledad, muerte, serpiente e insectos, etc.) y otros que se denominan “ocasionales” (agorafobia, claustrofobia, etc.)

En realidad, sea cual fuese, esta vinculado con un monto desbordante de angustia.

Son acompañados por una serie de manifestaciones somáticas que, de acuerdo a la característica y a su intensidad, van siendo de mayor o menor envergadura.

Las dificultades funcionales del cuerpo pueden ser:
Cardíacas (Palpitaciones, arritmias, taquicardias, opresión)
Respiratorias (Disneas, ataques de asma, sensación de ahogo)
Intestinales (nauseas, vómitos, diarreas)
Así también puede manifestarse:
Temblores, parestesias, vértigo, mareo
Sudoración
Escalofríos o sofocación
Sensaciones de morirse

Las emociones y tensiones contenidas suelen producir un desequilibrio a nivel orgánico, produciendo una alteración de lo que se denomina el sistema nervioso somático y para simpático.

El trastorno de ansiedad generalizada, según el libro del DSM IV –Manual donde están categorizadas todas las alteraciones psíquicas- señala que se refiere a la presencia de ansiedad y preocupación de carácter excesivo y persistente de al menos seis meses.
Es el cuadro que nuclear todas las alteraciones referidas al desborde de angustia.

Por otra parte, y desde hace algunos años, escuchamos nombrar lo que se llama “ataque de pánico”. En realidad es un cuadro de muchos años atrás, que se caracteriza por un desborde emocional que produce diversas sensaciones y alteraciones similares a las asociadas a las fobias.

¿En qué consiste la fobia? ¿Acaso hay algún individuo que no tenga alguna?
En realidad, todos tenemos alguna. La diferencia substancial es cuánto ello nos inhibe la calidad de vida. La característica principal de la fobia es que puede llegar a evitarse de algún modo, mientras que lo que refiere a la crisis de angustia (ataque de pánico), ello es más complejo, comúnmente inmanejable.

Nuestra cabeza cuenta con diferentes estrategias defensivas, que son puestas en marcha cuando algo tiende a provocarnos algún desequilibrio.

En particular, cuando alguna emoción, tensión u objeto peligroso nos acecha, recurrimos a métodos defensivas mayormente involuntarios.

La evitación sería aquella más conciente y manejable. Si algo nos amenaza, la huída o evitación suele sernos efectivo. Sin embargo, no siempre nos resuelve el problema, pues aquello amenazante puede persistir aunque no nos encontremos cerca del mismo.

La negación y la desmentida nos permiten desentendernos de aquello peligroso o doloroso, sabiendo que está, aunque pienso que no amerita ningún peligro inmediato. Sé pero no lo creo sería la formulación.

La inhibición o parálisis dejaría entrever nuestra impotencia a hacerle frente, y por ende, el desborde de nuestras posibilidades.

La impulsividad transformada en una especie de respuesta maníaca, evitará toda suerte de análisis y reflexión, sobreponiéndose a la amenaza de manera inmediata

La racionalización, esto es, la excesiva justificación y análisis, tomaría distancia de las emociones, aunque por dentro permanecería latente, es decir, tratando de poner innumerables explicaciones con el mero fin de distraernos y despreocuparnos en ese momento.

Algunas opciones
He aquí algunas ideas para poder sobreponerse temporariamente a las fobias, sabiendo que en realidad las mismas deberían ser tratadas en un tratamiento con un profesional.
Además de simplemente evitar todo contacto o acercamiento a aquello tenido, podrían pensarse las siguientes ideas:
La posibilidad de buscar asociaciones propias a través de recuerdos, buscando registrar aquellas primeras escenas temidas.
La necesidad de ponerle palabras a todo acontecimiento que nos promueve ese estado de temor exacerbado
El registro de las sensaciones que uno va teniendo, teniendo especial atención a poder diferenciarlas de otros estados anímicos y de emociones desencontradas.

Todo dependerá, nuevamente, de cuánto llega a inhibir a uno la calidad de vida. Después de todo, mientras las fobias no me inhiban salir y hacer mi vida, ¿acaso no podría convivir con ella, como lo vengo haciendo por años?

10 may 2009

LOS MIEDOS y LAS FOBIAS
1ra. Parte


1. Nuestras Fuentes
Algunos ejemplos textuales extraídos del Pentateuco (Torá), dejando de lado la exégesis bíblica (interpretación de los sabios). El primero que se podría citar es referido a Adam y Javá (Eva), luego de haber transgredido al tomar el fruto, y ante la Voz que le preguntaba “Aieka”, ¿Dónde estás? Su sentimiento fue de temor, ocultándose de Su Presencia, y luego esquivando la responsabilidad del hecho. En este caso, el miedo se vincularía con el “quedar en falta” ante otro.

El segundo ejemplo podría ser extraído de Iaacov, Jacobo, tercer patriarca, horas previas al reencuentro con su hermano, luego de 20 años de distanciamiento hostil. Su sueño, más allá del contenido y significado que los sabios han señalado en referencia a la Revelación Divina, denota una pelea interna, quizás preparatoria, de lo que iría a ser su reencuentro temeroso con su mellizo. Dejamos de lado, por supuesto, la esencia de este hecho donde, desde el texto se señala, la pelea nocturna con un Malaj Elokim, un Enviado Divino, dejando como consecuencia, un pacto y un nuevo nombre para Iaacov, Israel.
El temor aquí lo podríamos asociar con un miedo a lo que vendrá.

El tercer ejemplo a compartir es en referencia a Moshé, cuando se produce el primer encuentro con el Creador. Allí se describe el primer diálogo abierto, donde se le es solicitado que vaya a Egipto y que le diga al Faraón, que deje salir a Su pueblo. El recorte del texto, en este caso, lo pondremos en las cinco justificaciones que Moshé va emitiendo, a causa de su temor ante tan majestuosa tarea. Sabemos, por otra parte que desde la exégesis, los sabios han resaltado el valor de la “humildad extrema” de Moshé por sobre todas las interpretaciones, y que por eso es que él no se atrevía a adoptar semejante responsabilidad. Veríamos aquí, el temor al desafío, al fracaso y a las posibles represalias.

2. Definiciones

Desde el Diccionario de la Real Academia Española, encontramos las siguientes definiciones:

Miedo
Sentimiento de inquietud causado por un peligro real o imaginario
Perturbación angustiosa del ánimo por un riesgo o daño real o imaginario.
Recelo o aprensión que alguien tiene de que le suceda algo contrario a lo que desea.

Temor
Pasión del ánimo, que hace huir o rehusar aquello que se considera dañoso, arriesgado o peligroso.
Presunción o sospecha.
Recelo de un daño futuro.


3. Algunas clasificaciones posibles

Podríamos clasificar los miedos de muy diversas formas:
Físicos (corporales) y Psíquicos (mentales)
Externos (provienen por un efecto exterior) o Internos (inseguridad, por ejemplo)
Racional (explicable) e irracional (desmedido)
Reales (amenaza concreta) o Imaginarios (fantasmas, por ejemplo)
Miedos propios (por mi experiencia) o Heredados (que me hicieron vivir –extremo cuidado en la salud, por ejemplo- , que me fueron diciendo –te vas a enfermar-)

Los miedos se podrían referir ante algo nuevo a atravesar, a tener que enfrenar una realidad, ante un peligro externo concreto (riesgos, asaltos, etc.), o bien a llegar a repetir un hecho ya transcurrido.

El miedo también puede ser una sensación necesaria, pues puede prevenir situaciones displacenteras o que produzcan algún tipo de daño. Sin ello, correríamos riesgos de la propia integridad física (fuego, falta de equilibrio, resguardo).

No podemos dejar de lado la realidad en la cual nos hallamos inmersos en nuestro medio. La inseguridad a raíz de los robos y ataques de diferente calibre, nos alertan y ponen en situación de fragilidad e impotencia. La diferencia en ello estará puesta en cuánto esas situaciones me paralizan, me inhiben para seguir la vida cotidiana.

Las noticias y los hechos nos invaden diariamente, poniéndonos en una sensación de desamparo y desprotección social que conlleva a que nuestro organismo, en especial nuestra psiquis, deba ser exigida constantemente para poner cierto control sobre nosotros mismos y no caer en el abismo de la desesperación.

4. Algunos conceptos de la estructura psíquica

Partimos de la base, como venimos diciendo, que nuestro cerebro es decididamente perfecto. Todo funciona automáticamente sin darnos cuenta, aunque a veces nos invada y no nos permita conciliar el sueño.
Podríamos pensar en materia de miedos, que intervienen varios elementos:
Nuestros actos reflejos (aunque no vinculados con el miedo en su origen, sino que reaccionan por efecto físico, por ejemplo, el abrir de brazos al caer, el sacar la mano ante el fuego, etc.)
Nuestras huellas anémicas, esto es, aquellos residuos de memoria que vamos acumulando y que luego tomarán un papel fundamental en las situaciones venideras.
La estructura de la personalidad, lo que conocemos como los rasgos que nos identifica, como ser temeroso, introvertido, inseguro, frágil, prepotente, etc.
Las frases que hemos ido escuchando y viviendo en nuestro marco familiar y que, de alguna u otra manera, fueron siendo parte en mi estilo de vida actual (cuidados, riesgos, temores exacerbados, etc.)

Podríamos afirmar que los miedos, en definitiva, estarán conjugados por:
Sentimientos de fragilidad ante determinadas situaciones
Inseguridad o falta de confianza
Incertidumbres (puede llegar a pasarme a mí)
Autocontrol delimitado

En definitiva, ¿qué es lo que hace a que uno sienta miedo?
El temor a perder algo (material, físico, espiritual)
El punto central lo tendrán la capacidad de racionalización (análisis reflexivo) y el poder llegar a controlarlo.
El problema no es el miedo en sí, sino por sobre todo, lo que mi cabeza va elaborando a raíz de ello (pensamientos, escenas, fantasías sobre lo que podría llegar a pasarme, etc.)

6 may 2009

LA SHOAH Y LA COMPLEJIDAD DE LA TRANSMISION - El Ser humano des-humanizado

Queridos Lectores
Si desean acceder a este trabajo, les pido se remitan al link "trabajos publicados". Allí hallarán un archivo PDF al cual podrán acceder directamente.
Muchas gracias!!!

15 abr 2009

proximas exposiciones

PROXIMAS DISERTACIONES EN AMIA
Pasteur 633, Capital
Entrada libre y gratuita

MIERCOLES 22 de ABRIL, 19 hs.
“SHOA y LAS COMPLEJIDADES DE SU TRANSMISION:
El ser humano deshumanizado”

JUEVES 7 y 14 de MAYO, 19 hs.
“LOS MIEDOS Y LAS FOBIAS EN NUESTROS DIAS”

JUEVES 4 y 11 de JUNIO, 19 hs.
EL LIBRO DE JOB: Tristeza, depresión y melancolía

JUEVES 2 y 16 de JULIO, 19 hs.
“EL LUGAR DE LOS ADULTOS MAYORES”
Las decisiones a adoptar: residencias geriátricas y cuidados

OCULTAMIENTO Y MENTIRA

OCULTAMIENTO Y MENTIRA
¿Es lo mismo? ¿Acaso callar es mentir? ¿Por qué necesitamos ocultar o bien mentir a otro? ¿También nos mentimos a nosotros mismos?

Algunos relatos descriptos desde la Torá (Pentateuco), nos demuestran la vulnerabilidad del ser humano y el don de la palabra.
En relación a la mentira y el engaño, logramos visualizarlo en la familia de Itzjak (Isaac). Ellos tenían hijos mellizos. Como suele ocurrir en todos los tiempos, cada progenitor tenía más ¿sensibilidad? por uno de ellos. Reconocer las preferencias duele, pero no deja de ser cierto. El relato, ubicado en el libro de Génesis, puede ser leído simple y llanamente. En esta familia, Rivká (Rebeca), es la que toma una crucial decisión: engañar a su marido en pos de su hijo amado, Iaacov (Jacobo). Era él quien debía recibir la bendición principal del padre. Iaacov, por su parte, aunque duda, lo lleva a cabo. ¿Por qué Rivká prefirió el engaño y la mentira, en lugar del diálogo? ¿Acaso su marido habrá sido testarudo, rígido, y no habría de entender su opinión? ¿Por qué no recurrió, simplemente, al diálogo abierto con él?

El segundo relato, paradójicamente, le ocurrió a este hijo, Iaacov, el cual luego, en su elección matrimonial, debe padecer de un suegro “oscuro y misterioso” –Laván- que lo engaña haciendo promesas que no llega a cumplir luego.

El tercer relato será de uno de los hijos que tendrá Iaacov, Iosef (José), quien parecía gozar de todos los privilegios otorgados por su padre, por encima de sus otros 12 hermanos. Ellos, un día, no toleraron más su aparente soberbia y la preferencia que su padre hacía para con él. Entonces decidieron venderlo a los comerciantes de Egipto, y engañar a su padre diciéndole que un animal feroz había devorado a Iosef.

Qué trágico es el don de la palabra en el humano. Pareciera que es más fácil engañar al otro que afrontarlo con verdades.

Ahora bien. ¿Por qué mentir u ocultar y callar?
Desde uno mismo, quizás a modo de protección narcisística, evitamos mayores complejidades que se lleguen a desplegar.
El temor a ser rechazado, denegado, criticado, marcado con prejuicios, hace a uno de los pivotes del tema.
Paralelamente, seleccionando qué decir y qué no decir, lograríamos mantener una determinada imagen ante el otro, y nos resguardaríamos así, de quedar “en falta” ante el otro.
El mayor problema, en realidad, es cuando todo ello terminamos creyéndolo, dejando de incomodarnos por dicha forma de conducta.

La verdad implica tomar responsabilidad, asumir las consecuencias de nuestra intervención. Implica un compromiso con lo legítimo que es nuestra capacidad de elección.

Pero entonces, ¿No existe la “mentira piadosa”? ¿Está mal callar o evaluar cuándo y qué decir ante cada ser?
Por supuesto que no. Nuestra capacidad intelectual, nuestro razoncinio, nos posibilita evaluar adecuadamente, midiendo las posibles consecuencias que nuestros actos o nuestras palabras podrían llegar a desencadenar a posteriori.
Somos seres humanos creados con todas las capacidades y herramientas para poder medir nuestros actos. Muchas veces, sencillamente olvidamos utilizarlas con criterio.

1 abr 2009

EXPOSICIONES ABRIL en AMIA

ABRIL 2009
MIERCOLES 1ro. 19 hs. "El ocultamiento y la mentira"

MIERCOLES 22, 19 hs. "Shoáh y las complejidades de su transmisión" El ser humano des-humanizado

19 mar 2009

EL SENTIMIENTO DE CULPA parte II

EL SENTIMIENTO DE CULPA -parte II-


EL SENTIMIENTO DE CULPA -parte II-Dos principales contextos influeyn en la construcción de dicho sentimiento:1. La cultura y el medio social en el que uno se halla inserto, dejando pautas entre lo que está bien y está mal, entre lo adecuado y lo inadecuado.2. El ámbito familiar, sus costumbres, estilos, posturas de vida, herencias e historia, que luego son transmitidos por medio de frases y actos.Ambos producen que uno sea más sensible, susceptible, a determinados momentos, situaciones, individuos que nos afectan.

La “culpa” se diferencia de la “responsabilidad” principalmente por el manejo del criterio y por la intensidad del hostigamiento posterior que uno mismo se hace a sí mismo. Al decir de Marcos Aguinis, “…La responsabilidad es la hija de la culpa…”.

El sentimiento de culpa es necesario para que coexista una sociedad y permita existir interacción entre los miembros.

En toda comunicación existe un emisor y un receptor. Ambos promueven reacciones uno al otro. Sabemos bien que de acuerdo a lo que escuchamos, accionamos; así como de acuerdo a cómo respondamos, habrá un efecto determinado.

Pongamos una frase a modo de ejemplo. Supongamos una escena entre madre e hija. La hija va a visitar un tiempo a su madre. En un determinado momento, la hija comienza a levantarse, y la madre, como suele suceder, le dice: -¿Ya te vas?

Muy comúnmente, la primera sensación y posterior reacción ante esta frase suele ser de incomodidad y enojo.
¿Por qué ocurre esto?
En esta simple frase se condensan otros sentimientos y pensamientos por parte de la madre. Algunos de ellos podrían ser: “¿Tan corto tiempo me dedica?”, “¿No se da cuenta que la necesito?”, “Yo siempre quedo como lo último para hacer en su vida”, etc.
¿Y qué pensamientos y sentimientos podría sentir la hija, al escuchar esa frase?
“Nada le alcanza”, “Siempre me pide lo mismo”, “No entiende que tengo otras cosas que hacer”, etc.

La frase, en realidad, suele estar marcando algo que está en falta, algo desmedido, que denota incomprensión y falta de tolerancia.
Denotaría una demanda de amor y atención, de contención y escucha, de poder estar siendo acompañada y no pasar a ser “algo” que se debe cumplir.

El sentimiento de culpa es puesto en juego, pues hay algo que no termina de decirse. Desde la madre, su necesidad de ver a su hija y poder disfrutar como antaño; desde la hija, el sentimiento de que no alcanza lo que ella le da a su madre y que se encuentra en una permanente falta ante ella.

El sentimiento de culpa, además, promueve la auto-censura, tiende al sufrimiento, y aumenta el sentimiento de estar en deuda.

Solemos “castigarnos” crudamente cuando sabemos que algo no fue hecho como correspondería hacerse, hostiga nuestro sueño y no nos permite ·desenchufar” nuestros pensamientos, reviviendo una y otra vez la misma escena, con diferentes matices y posibles desenlaces.

Entonces, ¿Qué solución podríamos proponer ante todo ello?

En primera medida, deberíamos incorporar el concepto que siempre tendremos una deuda “impagable”. Dicha deuda puede ser real o fantaseada, no interesa. Puede responder a un ideal que se nos exige, o bien un ideal que ya tenemos dentro de nuestra cabeza y no nos podemos dar el permiso de soltarla.

Asimismo, este estado de “estar en falta”, construye una posición, un estilo de vivir la vida misma, lo cual logra acotarnos en permisos, y nos impulsa a detener toda suerte de derecho a disfrutar y sentir el placer mismo de vivir.

En materia de diálogos transformado sen reproches, una de las mejores estrategias es sencillamente un cambio de estilo, una ruptura de paradigma. ¿Cómo es esto? Simplemente cambiando aquella desgastada modalidad de comunicación, y promover una diferente. En lugar de emitir quejas, buscar la forma de invitar a que el otro se acerque. En lugar de protestar por recibir siempre del otro puros doble mensaje embebidos en culpa, cambiar la temática o utilizar el humor para desubicar a nuestro “agresor”.

En el libro de Deuteronomio (Devarim), del Pentateuco (Torá), en los últimos capítulos figura el concepto central del libre albedrío. Uno tiene la posibilidad de elegir el camino del bien o el camino del mal. Y agrega: Ubajartá bajaim lemaan tijié atá vezaréja letová, Y elegirás el camino de la vida, para que vivas tú y tu descendencia, para el bien.

Cuando elijo, soy libre. Cuando soy libre, puedo hallar otros caminos para no desbordar en deudas y sentimientos de culpa vanales…

5 mar 2009

EL SENTIMIENTO DE CULPA 1ra parte

EL SENTIMIENTO DE CULPA I –
Resumen de la exposición 3/3/09

Tomando como relato inicial el conocido texto del Génesis (Bereshit) sobre Adam y Javá (Eva), y sin entrar en su exégesis bíblica, marcaremos el esquema de hechos que ocurrieron en esa escena descripta.

Recordarán que Javá observó un fruto atractivo de un árbol el cual había sido restringido por el Creador (El árbol de la Sabiduría). Luego de tomarlo, busca a su pareja, lo consumen, y luego se producen las consecuencias ya conocidas.

La secuencia podría haber sido así:
Atracción – dudas – tentación – impulso – búsqueda de un aliado – complicidad –

Producto de la intervención Divina, se perciben desnudos (descubiertos ante la falta cometida), generando vergüenza, culpa, y promueve reproches proyectados en el otro.

¿Qué hubiese pasado sin la intervención Divina, es decir, sin la mirada “sancionadora” del Otro? Dicho acto “transgresivo” ¿Hubiese desencadenado semejantes reacciones?

Nosotros poseemos pensamientos y fantasías constantes. Algunas “aptas”, por decirlo de alguna manera, y otras no tanto. Los impulsos son mediatizados por nuestra mente, en general, y son clasificados de acuerdo a las circunstancias reinantes. De la idea a la acción puede haber una brecha, según sea nuestro mandato de la mente.

La secuencia planteada arbitrariamente desde el texto bíblico, bien podría aplicarse a cada circunstancia de la vida diaria.

Nuestro aparato psíquico funciona de tal manera que nos va encaminando a los diversos estilos de vida posibles y admisibles para nuestro entender. Nuestra historia pretérita, los éxitos y fracasos, los aprendizajes y modelos que hemos ido incorporando con el correr del tiempo, van construyendo una modalidad de abordaje en el tránsito de cada situación que se nos plantea.

Una de las instancias psíquicas que nos indica el camino “correcto” es lo que se denomina “super yo”, desde la conceptualización del psicoanálisis. Dentro del mismo hay dos partes, por decirlo simple, que nos regulan constantemente. Una es lo que se llama “conciencia moral”, producto de las enseñanzas y mandatos culturales y parentales; y otra es lo que refiere al “Ideal”, que nos empuja sin darnos cuenta, a buscar alcanzar modelos que satisfacerían a modelos incorporados.

Esta instancia nos exige cumplimiento aunque no llegue a ser totalmente racional y legítimo. Es quien nos hostiga, aturde, obliga; así como la que supuestamente “nos cuida” de hacer un “mal paso” en nuestras conductas.

Asimismo, y entre otros factores, su desmesura promueve lo que conocemos como “sentimiento de culpa”.

¿Qué es exactamente ese particular sentimiento?
Nuevamente, e intentando ser lo más simple posible, es una sensación de estar en falta ante algo, ante otro, independientemente de su propia logicidad, es decir, a pesar de que justifique mi accionar o mi sentimiento, y aún así, no pueda hallar tranquilidad y paz.

Por supuesto que este particular sentimiento –que en un momento es exclusivamente propio- no suele estar en todas las personas de igual manera e intensidad. Dejamos de lado, evidentemente, aquellos que se encuadran dentro de la categoría del “horror”, entendiéndose como aquellos personajes que destruyan a otros, y que su tánatos –su tendencia al mal y la muerte- está liberado incluso con un manto perverso de placer.

La culpa, en los términos aquí mencionados, refiere a dos principales conceptos entrelazados entre sí:
La sensación de estar “en falta”, haber fallado ante un otro (por omisión, respuesta, actitud, modelo)
El sentirse estar siendo evaluado por un otro (ley, mirada, aprobación, amor) y temer ser dejado de lado y dejar de ser “amado”

Consecuentemente, los temores que despiertan estarán referidos al ser descubierto, al reproche y la crítica, y sentirse que uno no pudo responder como “tenía que haber sido”.

El remordimiento y el arrepentimiento son dos consecuencias diferentes. El remordimiento es la reiteración de la escena vivida en nuestra mente, que gracias a ese sentimiento de culpa, nos provoca una revisión y un deseo de que aquello nunca hubiese llegado a suceder (debía haber callado, debía haber respondido diferente, podía haber estado, etc.). El arrepentimiento conlleva a una acción.

Nótese que dentro de esta mezcla de sensaciones aparece siempre el “debería haber…”, es decir, una suerte de punición (castigo) embebida de sensaciones y temores que hacen a que, por ejemplo, nuestra voz interna nos aturda y nuestro descanso sea tormentoso.

No habría “una única receta” para escabullirse de esa voz tormentosa. En realidad depende mucho de nuestro estilo de vida llevado a cabo y de nuestra fortaleza propia para poder decir, por ejemplo, “basta! hice lo que pude”, o bien, “Suficiente! debo resolverlo de una buena vez”.

Nuestra capacidad de utilizar el criterio, de poder desprenderme de aquellas emociones que solo enturbia nuestro razonamiento, de separar las historias familiares vividas a fuego y lo que la situación predominante está en juego, permitirían una posición diferente en materia de resolver, en lugar de permanecer estático e inhibido ante el problema presente.

Si querés aportar otras ideas o simplemente compartir tu opinión, por favor, incluí tus comentarios en el link. Gracias por tu aporte!

17 feb 2009

PROXIMAS EXPOSICIONES EN AMIA

PROXIMAS CHARLAS ABIERTAS
En Pasteur 633, capital, Buenos Aires - Entrada gratuita


MES DE MARZO 2009

LUNES 2 Y 16 , 19 HS. "Acerca de las culpas y el sentimiento de culpa"


ABRIL 2009

MIERCOLES 1ro. 19 hs. "El ocultamiento y la mentira"

MIERCOLES 22, 19 hs. "Shoáh y las complejidades de su transmisión"


MAYO 2009

JUEVES 7 y 14 , 19 hs. "Los miedos y las fobias en nuestros días"

12 feb 2009

LOS VINCULOS FAMILIARES II - "Los hermanos sean unidos..."

Resumen exposición lunes 9 de febrero

En esta nueva reunión hemos estado tratando de delimitar aquellos conceptos que hacen a la particular dinámica que se pone en juego entre hermanos y hermanas.

Para ello deberíamos comenzar mencionando que nosotros no amamos de igual manera a cada uno de nuestros hijos, así como tampoco le adscribimos un mismo lugar a cada uno de ellos.
Cada hijo ocupará un determinado espacio y una determinada función en relación a sus padres y en relación a la vida misma.

Serán los "elegidos" de acuerdo a la situación y contexto en el cual se hallen inmersos en esos momentos. Será, por ejemplo, quien acompañará a su madre, quien sostendrá la familia, quien cumplirá sus deseos frustrados, etc.

Iaacov y Esav, hijos de Itzjak, segundo patriarca del pueblo de Israel, tenían sus diferencias y preferencias. Según el texto bíblico, Su padre amaba a Eav, pues lo veía como un valiente cazador; mientras que su madre amaba a Iaacov, pues sabía de sus cualidades espirituales.

Por su parte, Iaacov tenía como hijo predidlecto a Iosef (José), quien a su vez, por sus rasgos de belleza -según el relato bíblico- y por su altivez, proocaba gran furor en sus otros hermanos.

La competencia entre hermanos, amén del lugar que cada uno fue ocupando ante la mirada de sus padres, va haciendo un camino particular que muchas veces promueve distanciamientos y, hasta llegado el caso, el odio o la indiferencia.

Caín asesinó a su hermano Hevel (Abel), Iaacov y Esav se distanciaron por veinte años, los hermanos de Iosef lo querían matar, mas por intervención de uno de ellos, fue vendido a los ismaelitas, quienes después lo dejaron en Egipto.

Los celos y la competencia pueden estar mediados por el amor, o bien puede disparar una serie de acciones que conducirán al destierro.

Ni que hablar de cuando entremedio, luego, se pone en juego un dinero, una herencia. Todos conocemos ejemplos sobre terribles discusiones y hasta deseos de extinsión con tal de no hacer "favoritismos" o perder alguna tajada merecida. Muchas veces, inclluso, son sus conyuges quienes colaboran para tal fin.

Por supuesto que existen vínculos fraternos incorrumpibles, incondicionales, y plenos de satisfacciones; solo que al menos en este espacio, querido lector, intentamos abrir una observación críitica de algunos d elos aspectos más complejos que se ponen en marcha cuando de honores y falsa dignidad se tratan.

¿Salidas posibles?
Esencialmente, y nuevamente, la humildad como valor central de nuestra vida. Como quien diría "bajar un escalón" de donde me encuentro parado, sería un buen comienzo para reestablecer un diálogo.
Para poder empezar a ponerse de acuerdo con el otro, se requiere de una cierta renuncia narcisística, quizás facilitada por la pregunta ¿Para qué? o más precisamente, ¿Qué gano con mantener mi orgullo?

El placer y la paz en el alma vale mucho más que ser condecorado por el narcisismo.
Poder ver tras el vidrio sin "espejar", posibilitaría al menos, un nuevo intento de acercamiento y de búsqueda de hermandad.

No es "poner la otra mejilla"; es sencillamente valorar lo que sinceramente es valioso y uno no quisiera renunciar ni perder...

4 feb 2009

LOS VINCULOS FAMILIARES I

Resumen lunes 2 de febrero, 2009

En otra oportunidad hemos planteado lo que puede ocurrir en todo vínculo familiar, pero desde la mirada de los padres y los abuelos.
Esta vez corresponderá plantearnos qué ocurre con nuestros jóvenes, qué piensan, sienten, necesitan; así como el pensar acerca de las vicisitudes que se plantean para su acercamiento o alejamiento para con sus mayores.

Vale el intento preguntarnos aquellas cosas que nos intrigan sobre ellos, aquello que callan, ocultan, ignoran.
¿Por qué contás tan poco de vos, de lo que te pasa?, ¿Por qué estás diferente a cuando eras más chico? ¿Por qué estás siempre con cara larga? ¿Qué te hice de malo que ya no me dirigís la palabra, que no me llamás, que tenés "visita de médico" cuando venís a verme?
Y así podríamos seguir citando infinidad de interrogantes que, por alguna buena razón, o no nos animamos a formularla abiertamente o sencillamente no tenemos lugar a ello.

A lo largo del desarrollo evolutivo, unoo va necesitando apego familiar y apego social; es decir, hay moomento que los padres o la familia directa es esencial para respirar, mientras que en otros momentos, los amigos, el trabajo, las ocupaciones, se tornan la esencia y el eje de la vida.

Asimismo, a veces la soledad nos aterroriza, mientras que en otros tantos momentos, es lo más deseado del día.

"No te quiero contar todo"
Ocurre a menudo que de acuerdo a con quién estemos, al momento en el cual estemos transitando, a la complejidad de lo que nos esté sucediendo, recortamos y seleccionamos qué, cómo, cuándo y a quién contarle.
¿Acaso ello está mal? ¿Quién podría aseverar; más aún, categorizar lo que está bien y lo que está mal en referencia a la confidencialidad y en particulr, lo que constituye el derecho a la privacidad?

En definitiva, y a sólo ánimo de condensar conceptos simples, todos tenemos "derecho" a estar felices y festejar, a estar tristes y llorar. Asi también, no necesito contar todo a todos, ni siquiera a quien así me lo solicita. ¿Por qué? Pues porque hay elementos, pensamientos, situaciones muy íntimas que no requieren interlocutor, ni mucho menos un ojo crítico que evalúe la racionabilidad del asunto.

En definitiva, nuestros jóvenes, amén de la edad evolutiva en que se encuentren, tienen también un mundo propio, tienen anhelos y pensamientos, sentimientos y frustraciones.

La comunicación siempre es -como suelen decir- un "ida y vuelta", un escuchar y transmitir. Para posibilitarla es requisito la "humildad" de poder aceptar que ellos, aunque jóvenes dependientes, deben ser escuchados en sus propios códigos, respetados en sus limitaciones discursivas, favorecidos de nuestra apertura para evitar altivez y censura.


-Este texto, como los siguientes que podrás ir recorriendo, merecen un feedback, es decir, un diálogo abierto, exponiendo tus propios puntos de vista, tus aportes, tus ideas. Con sumo gusto, abriremos este espacio para enriquecernos mutuamente-