9 ene 2025

Una llama

 A veces se teme llegar a sentir que la llama va disminuyendo

Que la intensidad de la luz se va opacando,

Desgastada por los torrentes de aguas tempestuosas,

Azotada por vientos huracanados,

Y así, la luminaria tiende a disminuirse en secreto...

A veces se teme reencontrarse en los silencios,

En el propio cuerpo, con el propio alma.

En sombrías sensaciones de escaso aliento,

En tensiones que promueven un sincero agotamiento.

A veces se teme por el transcurso de los tiempos

por su paso acelerado o bien, por lo lento.

Es la realidad quien intercede,

En un frío rocío de una noche de invierno.

A veces se teme por las palabras que emergen sin tamizarse

Que pueden promover un camino sin regreso.

Que empañan y se confunden en el firmamento,

Que gritan ya sin sonidos y sin gestos.

A veces se tiembla desde muy adentro,

cuando las lágrimas pujan para expresarse libremente

y pueden ser aplacadas por los vientos,

A veces se teme que un día llegue

en el cual la noche repentinamente sorprenda,

donde ya no nazcan más palabras

sino sólo silencios..

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