Silencios
¿Qué le pasa a nuestra Humanidad?
¿Cuántas veces se reirá el silencio en cada uno de nuestros
tropiezos?
¿Acaso la vida humana ha perdido el estatuto de dignidad y
santidad?
Después de muchos días, eternos para muchos, tres almas
adolescentes yacen en la nada de la vida y la muerte.
Ellos, sin desearlo, sin provocar movimiento alguno, sin
blasfemar ni incitar el odio, caen en manos ensangrentadas de odio irracional,
en un mundo oscuro y opaco que sólo se mira a sí mismo.
Nuevamente las eternas preguntas que datan hasta de los
propios Salmos: ¿Por qué? ¿Cuál es el sentido? ¿De dónde habrá de venir mi
ayuda?
Oscuridad, perplejidad, desolación, impotencia, angustia
eterna…
¿Cómo consolar a sus familiares y amigos? ¿Cómo transmitir
esperanza replegando la tirana sensación de ira y los malévolos deseos de
venganza?
Que el mundo despierte de su letargo
Que los hombres que son dignos y que exaltan la vida se
pongan de pie y pronuncien con esperanza: ¡Basta de derramamiento de sangre inocente!
Que el Eterno otorgue fortaleza a los pueblos, y protección
y consuelo para los deudos
“Ten esperanza en el Creador. Que tu corazón tome aliento y
se fortalezca al confiar en el Todopoderoso” (Salmo 27)