Cuando te sentís aturdido, cuando se nubla la vista,
Quizás cuando los dilemas son estruendosos
Cuando el dormir se torna una catarata de pensamientos infrenables
Cuando la voz calla y hay un susurro interno que no cesa
Cuando las fuerzas parecen decaer, el cuerpo doler, el silencio aturdir
Es allí,
justamente allí,
Donde más tu voz debe brillar
Donde debes buscar tu luz interior que seguramente está latente
Esperándote, Hablándote desde su profundidad de tu ser
Despertándote de tu letargo y tu ensimismamiento,
Acariciando tu corazón
Presentificando tus más significativos seres queridos que ya no están físicamente a tu lado
Aguardando que tomes la iniciativa
Alces tus ojos hacia las Alturas, y digas:
¡Yo puedo! ¡Nada me detendrá!
Y así encontrarás nuevamente esa luz brillar dentro de tu ser,
Y ya nada opacará tu sonrisa
y te permitirá pronunciar intensamente la palabra
Esa palabra que te acompaña en cada momento de tu vida:
Esperanza...
Sólo y simplemente, dejala brillar
Y las heridas sanarán...
