9 may 2016

DESNUDEZ

Qué difícil suele ser atreverse a sacarse las vestimentas del "qué dirán", de lo que "queda bien y es correcto", de la coherencia y el raciocinio...

Qué complejo es cuando uno, aunque en contadas oportunidades, se atreve desnudarse ante un otro significativo, mostrándose en alma abierta, sentimientos, sensibilidades extremas y hasta quizás alocados pensamientos que "la cultura de lo normal", censura y califica enérgicamente...

¿Qué es lo que se pondría en juego, al abrirme en pleno?
¿Miedo, quizás? ¿Miedo a ser evaluado? ¿A ser cuestionado? ¿O quizás a que ese otro significativo no pueda mensurar adecuadamente mis palabras y silencios?
¿Enojo posterior, quizás? ¿Enojo por sentir que no se llega a interpretar fielmente lo que uno quiere compartir en voz alta? ¿Enojo por parecer que sus gestos, su palabra o su silencio ensordece el alma sensible que habla?
¿Desilusión, quizás? ¿Al escuchar los comentarios y visualizar que lo expresado pareciera ser algo simple y banal, algo superfluo y pasajero, algo sencillamente delirante?

Desnudez del alma
Nada más puro, único, irrepetible, temporario, selectivo.
Es un abrir y cerrar de ojos
Una flor que emerge de un desierto de monotonía y sequedad
Un hálito de vida que se atreve picarezcamente asomarse al universo
Una chispa de lo Divino que cada uno de nosotros tiene, cual perla brillante y pura, guardado en su corazón...

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