EL DÍA...
El día que ya no esté
Te pido, no te molestes conmigo, no te enojes con nuestro Creador
Pues cada día, cada hora, tiene su propio tiempo, así como nosotros también nos hallamos inmerso en ellos...
Te ruego no disminuyas tu sonrisa, tu alegría, tu luz,
Que las lágrimas del alma no oculten tu ser ni detengan los tiempos de la vida.
Deseo celebres mis valores que consideres legítimos, y lo guardes en lo profundo de tu corazón,
Pero que ellos no sean meros recuerdos sino que puedan también resplandecer en tus actos de bondad y de amor.
Quisiera puedas disculpar mis errores y omisiones, entendiendo la artesanía del navegar a través de los vientos.
El día que ya no esté,
Brindaré por tus logros y tu búsqueda, tus desafíos y tu esperanza,
Palparé el calor del sol en el brillo de tus ojos, en los silencios del alma,
Me enorgulleceré por tu fortaleza y tu convicción, tu persistencia y tu paz
El día que ya no esté, seguiré estando a tu lado, pues la incandescencia del amor profundo no se desvanece jamás
Te ruego, entonces, troca la nostalgia en festejo y agradecimiento, respira profundo y sigue construyendo un sendero que te enaltezca y eleve tu ser...
1 comentario:
Que honor poder leer una y otra vez este texto que llega hasta el alma!
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