Síntesis
Hay límites que se sostienen desde la Cultura, desde lo Social y Familiar. Sin embargo no todos son verdaderamente necesarios para nuestra convivencia
Deberíamos plantearlo en diferentes contextos: No será de igual manera en lo familiar, en la amistad, en la pareja, en uno mismo.
A veces nos imponemos límites "caprichosos" tanto por herencia y repetición, como por hostigamiento y sanción hacia nosotros mismos.
En todo límite convive una parte objetiva y otra subjetiva. Hay algo con un basamento de la realidad y otro que se suma y es producto de nuestra propiaa lectura de esa realidad.
Influyen el umbral de tolerancia (cuánto más o menos llega nuestra capacidad para sostener, transitar determinada situación,mayormente displacentera)
Las normas de convivencia propias del lugar y entorno donde nos desarrollamos
Las pautas impartidas desde los diversos contextos.
Las preguntas centrales que impedirían la puesta de un límite necesario para la vida, estarían basadas en tres posibles hipótesis:
a. Llegar a ser tomados/evaluados como tontos o débiles
b. El riesgo de quedarnos solos
c. El temor a las represalia
Las claves para evaluar la puesta del límite podrían centrarse en
El límite pensado únicamente en el propio bienestar y no tanto por el otro
El sentimiento de desborde y sentirse "usado"
La dificultad de poder establecer una adecuada separación entre lo lógico y las emociones y afectos que despiertan determinadas situaciones.
En realidad sabemos que un límite que denominamos "necesario" no es más que una muestra de amor.
Cuando son meramente especulares o de algún estilo de "venganza", no son más que extensiones narcisísticas.
Señalar lo bueno o lo malo en el otro denota preocupación de mi parte, y el deseo de que esa persona esté lo mejor posible.
Para poder distinguir cuándo es un límite de poder y cuándo es de beneficio para el otro y hasta para uno mismo, será la clave de poder denominarlo "necesario"...
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