24 jun 2010

LA SEXUALIDAD desde nuestras Fuentes y la Actualidad

¿Cómo es posible que, ante tanta libertad de expresión por sobre todo en los Medios, cuando se quiere hablar de sexualidad, se produce silencio y hasta rechazo?

¿Es acaso un tem aque sigue siendo "sucio", "tabú" o "pecaminoso"?

Comencemos distinguiendo dos términos que no son lo mismo: sexualidad no implica genitalidad.
La sexualidad es mucho más abarcativa que la genitalidad. De hecho, esto puede comprobarse cuando de sadomasoquismo se trata, quienes no necesitan del acto sexual para satisfacerse.

Desde las Fuentes Judaicas, la sexualidad es parte de la vida misma. Si bien el precepto inicial de "Prú urbú", creced y multiplicáos, también es cierto que se ha hecho mucho hincapié en la armonía entre los esposos en maeria de la unión y la obtención del placer.

Curiosamente en el día que se denomina más sagrado, en la tarde de Iom Kipur -Día del perdón- se lee desde el libro Levítico -Vaikrá- toda una sección referida a los cuidados del cuerpo y del alma. Entre sus versículos se habla de no descubrir la desnudez e intimidad de los progenitores y con su familiares más cercanos, no entablar relaciones amorosas entre familiares, tampoco vestir ropa del género opuesto, y mucho menos tener sexo con animales.

Partamos de la base que denominamos sexualidad a todo aquello referido a la obtención del placer-displacer. Esto permitirá comprender por qué hay tantas variedades de obtenerlo, así como se abarcaría las otras distorsiones que se enlazan con los trastornos de la alimentación y el consumo de bebida, tabaco y drogas.

La influencia de los contextos sociocultural y familiar, hacen marca en uno mismo, habilitando o inhibiendo nuestra expresión más íntima.
Habrán personas que pueden disfrutar libremente, otras se inhibirán y otras tantas lo visualizarán a modo de pecado y trasgresión.

Un tema cercano es el referido al tipo de elección amorosa. En realidad, la homosexualidad -por ejemplo- ha existido durante todos los tiempos. Es más, sí en el Levítico se lo prohibe, se entiende que desde esas épocas lejanas esto era tema de atención.
Nuestros medios de comunicación, la libertad de expresión, los accesos inmediatos a todo tipo de información e imágenes, dieron lugar a que estos temas se empiecen a hablar con mayor soltura.
Aún así, a ciencia cierta, los que andan "luchando" por sus derechos a elegir su modo amoroso, siguen buscando modos de no caer en la justificación y el sentimiento de culpabilidad.

Todo ser humano fue creado con un cuerpo que tiene la posibilidad de disfrutarlo. Asimismo, la libre elección ha sido uno de los pilares del Judaísmo.
Más que sancionar a aquella persona que se permite disfrutar a su particular modo, se debería revisar con cuánta legitimidad uno cuenta para decidir entrometerse en la vida de los otros, y en particular.

El "arte" será lograr desprenderse de prejuicios y posturas caprichosas, y entender que la vida está verdaderamente ligada a ese don divino que hemos recibido que se denomina placer.

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