Nuestra mente está colmada de frases, así como de expresiones, actitudes, emociones y vivencias
Las frases que hemos ido mamando desde nuestros comienzos, han ido construyendo nuestro ser, cual brújula que nos ha ido guiando los senderos a descubrir
Y así como muchas frases aún podemos identificar, existen otras muchas que siquiera recordamos, mas sí nos damos cuenta que siguen palpitando dentro nuestro, al vernos frente al espejo de la vida
Frases que brindan confianza, otras, sin embargo, que promueven fluctuaciones y fragilidades
Frases heredadas y otras tantas transformadas a través de nuestras manos
Expresiones que denotan una identidad, un ser en este mundo
Ahora bien, ¿Cómo identificar aquellas que nos promueven sonrisas y disfrute, de aquellas otras que nos hacen caer y repetir escenarios viciados?
Difícil como el querer reconocernos desde nuestra espalda ante un espejo que sólo logra reflejar una parte de nosotros mismos
Complejo quizás por sostenerlas como verdades absolutas o axiomas, que, sin darnos cuenta, sostienen las cuerdas de un titiritero
Atrevernos a redescubrirnos
Es este un significativo desafío
Atrevernos a cuestionarlas
Un camino sinuoso donde desconocemos el rumbo que nos trasladará a posteriori
Las frases que heredamos, que fuimos transformando, que hemos ido alimentando, merecen ser develadas en la plenitud del día
¿Para qué?
Simplemente para hallar nuestro preciado tesoro de la vida: nuestro ser....
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