8 jul 2010

CIENCIA Y ESPIRITUALIDAD
El Cuidado del cuerpo y del alma

Sabemos desde los diferentes referentes que el ser humano es un cuerpo biológico, que existe una unión entre el cuerpo y el psiquismo, y que es influenciado por diversos contextos: Sociocultural, económico, familiar, espiritual y religioso

¿Por qué separar lo espiritual de lo religioso? ¿Necesariamente todo lo espiritual está referido a lo religioso?

El individuo tiene necesidad de creer en algo, necesidad de ser escuchado y necesidad de ser sostenido y acompañado a lo largo de su camino de la vida.

Es afectado por múltiples aspectos que hacen a algo esencial: lo espiritual
Nosotros nos valemos por lo que pensamos, sentimos, vivimos.

¿Cuáles son las circunstancias donde podría vislumbrarse nuestra fragilidad?

Ante el dolor físico o emocional
La crisis que se debe atravesar
El padecimiento de una enfermedad compleja
Hallarse en la soledad y el aislamiento
Percibir la sensación de vacío y desprotección
Transitar la pérdida afectiva y el proceso de duelo

¿Acaso en todos ellos no alcanzamos a visualizar el aspecto espiritual?
¿A qué nos estamos refiriendo?
Al Ser en su totalidad
La búsqueda del Ser uno mismo, de encontrarnos a nosotros mismos, identificarnos, vivenciar nuestro interior.

Ante el dolor, nos calmará la presencia de un ser amado, o aún un desconocido que abre su corazón al llamado.
En la crisis, la fuerza para sobreponernos, apoyados en nuestros anhelos y convicciones
Frente al padecimiento de una enfermedad, la orientación o el mero acompañamiento de otro cercano
En la oscura soledad, la luz que un amigo puede brindarnos con sus palabras.
La sensación de vacío y desprotección, mediante la realización de obras de bien, ayudando a otros a tener luz.
Ante el abismo de la pérdida afectiva, el silencio y la compañía de los allegados.

Como se puede ver, aún no hemos mencionado la fe en Algo Superior, sino en la confianza y el apoyo de los que nos rodean.

También lo espiritual se podría ver reflejado en la capacidad de asombro ante un despertar de cada día, o bien, al descubrir sensaciones únicas y subjetivas, ayudando, viendo un atardecer, descubriendo el afecto de los nuestros.

El profesional muchas veces deja de lado aquello tan valioso y esencial como lo es nuestro lado espiritual. Por descreimiento, por falta de tiempo, por negarlo, esta parte de nuestro ser es la esencia de todos nuestros sentimientos y establecimiento de los vínculos.

Tenemos valores universales: Solidaridad, Respeto, Sensibilidad, Humildad, Paz.
Todos ellos contienen una particular esencia que enriquece nuestro interior tanto al recibir, al dar, como al compartir.

Maimónides, Rambam, señalaba en una de sus obras maestras (Mishné Torá)
“¿Qué es lo que cada persona está obligada a hacer? Nuestros Sabios dispusieron que cada persona debe visitar a los enfermos, consolar a los deudos y recibir visitas. Asimismo, cada hombre debe ayudar a un novio y una novia con escasos recursos, para que lleguen al matrimonio”

Queda claro cómo cada ser debe embellecer su interior con dichos valores, haciendo de ellos, estandartes vivientes que permita entrelazarse con los otros.

Dentro del Judaísmo, el concepto de vida es exaltado de diferentes modos:
Se habla de la santidad de la vida –la vida como sobrevaloración única-
El concepto fundamental del valor que cada vida tiene: “Quien salva una vida, salva una humanidad”.
La prevalencia del cuidado de la salud por sobre encima del cumplimiento de cualquier precepto.
La autorización de la donación de determinados órganos con el objetivo de salvar una vida.
En cuanto a la práctica judaica, la misma se centraliza principalmente en cuatro ideas:
D-s como Aquel que otorga fuerzas
El fortalecimiento que otorga la lectura de los Salmos
La asistencia y participación en los servicios religiosos
Llevar a cabo acciones solidarias, ayudando al necesitado (Tzedaká)

En definitiva, el Ser Humano es un ser indivisible, íntegro, que conforma una unidad. El cuidado en lo corporal, lo psíquico, y el embellecimiento del alma son pilares para el mantenimiento de nuestra integridad.

2 comentarios:

Malvina Psicóloga dijo...

Hola! muy interesante el enfoque de tu blog.
Creo que parte de la crisis que se vive se debe a que el hombre postmoderno insiste en negar su espiritualidad natural. Y entonces busca sustitutos que lo llenen.

Mg.Lic.Eduardo Daniel Levin dijo...

Gracias por acercarte y por volcar tu opinión.