19 sept 2008

NO AGUANTO MÁS

"¡No aguanto más..!¡No me da lugar a nada!¡No veo el momento de irme! ¡Yo quiero otra cosa"...Estas frases cotidianas, universales -puesto que pueden ser oídas de múltiples sectores de la vida- declaran la existencia de un límite, un umbral, un cuestionamiento. Ahora bien. ¿queda solo en un mero enunciado o conlleva a una búsqueda de sentido y reubicación?Muchas veces decimos ¡Basta! Sin embargo, ¿Qué hacemos después de decirlo? ¿Qué opciones planteamos a posteriori?Estas frases seguramente las estarás ubicando dentro de tu propia realidad en la que te encuentras transitando, pues en muy diversas situaciones, muchos de nosotros, sentimos exactamente lo mismo.De acuerdo al contexto en donde estemos ubicando estas frases, será su destino y sus posibles alternativas.¿Será en el trabajo? El jefe, la jefa, tu compañera, tu equipo de trabajo, o quien fuere. Cada uno de ellos promueve un sinfín de sensaciones tanto placenteras como displacenteras. Por algo siempre solemos decir: "No sé por qué me pasa eso con esta tipa/tipa. ¡Me engancho en cada una..!". ¿Será en el amor? Con una madre que demanda constantemente, en el silencio que se presenta en tu pareja, los intentos fallidos de acercamiento a un hijo, la frustración ante la ausencia de una amiga, o quizás alguien a quien le hemos confiado nuestro ser y no fue correspondido como hubiésemos querido.¿Es que no nos entienden? ¿Están solamente mirando su propio mundo? Quizás sí o quizás les falte alguien (vos, yo) que proponga una mirada diferente, un acercamiento diferente, un desafío diferente.Siempre va a haber algo que nos moleste, que no esté bien a nuestros ojos, que nos "haga sombra". Siempre va a haber algo que no nos guste hacer, que nos irrite, e incluso que nos llegue a salir mal. Es natural que así ocurra, en cada aspecto de nuestra vida. Es parte de los múltiples colores de nuestro vivir cotidiano. Muchas veces podremos decir: Entonces, si es así, ¿para qué hacerse problema por ello? Mientras que otras tantas requerirán, en cambio, una energía particular que promueva un encuentro, una apertura, una inversión por parte nuestra, para hallar un camino más llano.En realidad, amigo lector, el sentimiento de haber pasado el umbral de nuestra tolerancia, no es malo. Así como la temperatura -llámese fiebre- es una modalidad defensiva del cuerpo, pasar nuestro umbral nos lleva a replanteos, reacomodaciones y búsquedas. La esencia será dónde pongo mi mirada, mi atención; dónde pongo mis esfuerzos, mi concentración, mi energía.¡No bajes los brazos! ¡Tampoco permanezcas en esa queja de haber llegado a tu propio límite! Ese límite debe promoverte una nueva búsqueda, un nuevo caudal de energía, para seguir embelleciendo tu vida, nuestra vida.

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